viernes, 25 de diciembre de 2009

Carlos Loret de Mola y la experiencia de Cartens

Hoy leí el blog de un seudo periodísta llamado Carlos Loret de Mola. Me llamó la atención el siguiente texto:

"Los cambios en el gabinete del presidente Calderón entraron en lo previsible, der(sic) acuerdo con las señales que surgieron del gobierno en las últimas semanas. La nominación de Agustín Carstens para el Banco de México fue bien recibida por su experiencia en ese ámbito –su formación se dio fundamentalmente en esa institución(...)"

¿A qué experiencia se refiere el señor Loret de Mola?

Sí, recordemos que el señor Cartens tiene mucha experiencia y se distingue por abarcar diferentes ámbitos que no son meramente los financieros.

Cursó algunos semestres de medicina en alguna escuela "patito" (no mencionaré instituciones de legionarios de cristo) ya que sus diagnósticos no son muy acertados: un catarrito se volvió pulmonia y ahora ya hasta muertos tiene.

También es obvio que en el ámbito financiero este regordete tiene muchos, muchos y muchos años de experiencia. Y tanta tiene que parece que trae ideas del antiguo Santa Ana, que hasta quería cobrar impuestos por las ventanas de una vivienda.

¡Demasiada experiencia!

jueves, 24 de diciembre de 2009

IGLESIA: LA AMARRA NAVAJAS

Un derecho humano y constitucional es aquel que dice que todos podemos expresar nuestro libres pensamientos, siempre y cuando no se afecte a terceros. Algo necesario para que el país se rija por un ambiente de debate centrado siempre en la razón y en la tolerancia y sobre todo, el respeto. Pues es claro como lo dijo Benito Juárez: “El derecho al respeto ajeno es la paz”.

Pero las recientes declaraciones de la diferentes iglesias mexicanas no demuestran que México es ese país donde divergen las opiniones llenas de razón y sentido . Tal y como si el foxismo les hubiera pegado duro, estos prelados no ayudan al debate, sino al encono.

Y basta con leer las diferentes opiniones de los prelados para darse cuenta que estos hablan como si fuesen expertos y llaman a su feligreses a actuar de manera intolerante. Y para muestra un botón (o varios): El señor Onésimo Cepeda hablando de “estupideces” y al obispo de Veracruz declarando que es una aberración.

¿Estás son las opiniones que México necesita? ¿Esta es la Iglesia que en cada misa habla de amor y respeto? Estos prelados deberían de revisar sus declaraciones antes de hacerlas. Estas personas no deberían opinar con sotana. Y tan vagas y sin sentido fueron estas declaraciones que ni el Vaticano las apoyó.

Pero esto deriva de la arrogancia que estas personas tienen en los últimos años. Piensan que gobiernan México y que son una extensión de la Secretaría de Gobernación. Dan declaraciones y su opinión es resaltada por los medios de comunicación como si fueran hechas por los mismos secretarios de estado.

Pero resulta que la Iglesia Católica ya no es una institución religiosa. Se convirtió en una dependencia más del gobierno. En un partido político con la Virgen de Guadalupe como estandarte. En una procuradora de justicia. En Inquisidora. Pero Iglesia, ya no es. Y se valen de sus miles de seguidores que aún tienen y de la fe que en México todavía mueve personas y hace leyes.

Las llamadas Leyes de Reforma dieron un golpe duro a la intromisión de la Iglesia en asuntos políticos, pero el arribo de lo peor del panismo a la presidencia les dio de nuevo la entrada para operar como cabilderos en las diferentes Cámaras de diputados y legisladores.

Y es exactamente lo que está pasando: la Iglesia legisla y mueve influencias. ¿Qué pretenden estos señores? Sus intensiones son claras pero absurdas. No se puede concebir un país democrático en donde cualquier corriente religiosa intervenga en sus decisiones.

El laicismo no sirve para aprobar leyes inmorales, pecaminosas o “estúpidas” como diría el “riky ricon de Ecatepec” Onésimo Cepeda, sino para que se gobierne desde un sentido de bien común sin importar creencias o dogmas. De no ser así entonces comencemos a apedrear mujeres como en el medio oriente, a quemar hombres y brujas como en la edad media, porque así sería un gobierno en donde la Iglesia, de cualquier tipo, tiene derecho a legislar.

Carta a Onésimo Cepeda

Estimado prelado Onésimo Cepeda
Presente
Quisiera hacer con usted un ejercicio para que sus opiniones sean más certeras de lo que fueron con referente a lo del matrimonio homosexual y la adopción.
Las reglas son simples y no se necesita mucha inteligencia o destreza para realizar este pequeño experimento. Sólo debe elegir una opción en cada pregunta
¡Comencemos!
¿Qué es peor?
Que dos personas del mismo sexo se unan en matrimonio civil para que el Estado reconozca su existencia jurídica y así tenga derechos y obligaciones
Ó
Que un sacerdote que vive en Ecatepec tenga una fortuna personal mientras en su país viven más de 40 millones de pobres, con apenas para comer lo necesario. Este prelado no sólo tiene para comer mucho, sino que se da el lujo de comprar obras de arte carísimas por lo cual fue demandado.
¿Qué hará más daño un niño?
Que dos personas facultadas por el estado lo adopten, le den alojo, educación y un futuro. Que estas adopciones se den el marco de años de investigación sobre el efecto de tener padres homosexuales y resulten positivas, y que además este tipo de familia ya existe en nuestro país y deben ser protegidas por la ley.
Ó
Que un prelado llamado Marcial Maciel lo haya violado. Que este acto lo haya dejado marcado negativamente en su vida, y que no exista ningún estudio que demuestre que el ultrajo sexual sea benéfico para la salud.
¿Qué será más vil y cruel?
Dar derechos a personas que pagan impuestos, que trabajan y que son parte de una sociedad que no los puede negar.
Ó
Dar a personas como el sacerdote Nicolás Aguilar, acusado de pederastia, protección por parte de Norberto Rivera Carrera, ayudarlo a escapar del país y que no pague por los delitos cometidos.
¿Qué pensaría Jesús de…?
Dos personas-que ya hace mucho tiempo se dijo no están enfermas-se otorgan cariño, amor y respeto y desean compartirlo.
Y
De sacerdotes de una iglesia que sólo se dedica a enriquecerse y a ser parte de un entramado político. Que hace proselitismo en cuestiones de Estado y que ha dejado de lado todo aquello que tiene que ver con lo puramente religioso. Que convirtieron sus templos en salas de prensa y cuarteles generales de un partido político tricolor.
¿Qué piensa usted?
Qué México sigue siendo un país donde no se alza la voz y que para tomar decisiones se sigue yendo a la Iglesia por el consejo de un sacerdote. Que México es una masa amorfa de una sola cara y que esta masa sigue indiscutiblemente la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Ó
Que a México ya no le importa lo que usted, lo que sus demás compañeros de bancada y sus seguidores azules y tricolores opinen sobre ciertos temas. Que en México, la Iglesia ya sólo hace berrinches vicerales y que por eso pierde año tras año cada vez más feligreses.

Espero sus respuestas Sr. Cepeda.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

No es propiamente mexicano ser gay

En Nigeria, lugar donde se condena a muerte las relaciones sexuales entre dos hombres hasta con la pena de muerte, el Ministro de Justicia nigeriano, Bayo Ojo, propuso un ley en el año 2006, en la cual quede prohibido cualquier tipo de relación homosexual y matrimonios entre personas del mismo sexo.
La justificación para esta ley fue la siguiente: “Básicamente no es propiamente africano tener relaciones homosexuales. Si se tienen en cuenta las escrituras sagradas, la Biblia y el Corán, están prohibidas” declaró en su momento el ministro nigeriano.
Después de la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo-con todo y adopción- el periódico EL UNIVERSAL declaró en su columna Bajo Reserva que se podría esperar un revés en los demás estados como sucedió con el tema del aborto.
Después de la despenalización del aborto en el D.F. varios congresos locales comenzaron a legislar en contra de los derechos de la mujer y a penalizar el aborto- a pesar de que fuera por violación o para proteger la vida de la mujer.
¿Podríamos esperar entonces una ley “nigeriana” en México? Sí. Y es que la guerra ideológica ya se desató. Y su principal promotora es la Iglesia Católica Mexicana. Esta institución que promueve valores como el amor es la principal “amarra navajas” en el tema de los matrimonios homosexuales, y los priistas sus principales promotores de estas leyes.
Los priistas y panistas ya dejaron en claro que instaurarán un gobierno fundamentalista basado en dogmas religiosos como el tema del aborto. En ese asunto no sobresalió la ciencia, el debate o la defensa de los derechos humanos, sino las creencias, la moral religiosa y los principios de unos cuantos.
En las leyes que aprueban las bodas y adopciones por parte de parejas homosexuales podría suceder lo mismo: ¿Comenzaran a legislar por prohibir cualquier relación entre parejas del mismo sexo? ¿Se convertirá en la guerra contra la promiscuidad? ¿El Estado comenzará a lapidar homosexuales?
México no está lejos de ser una Nigeria en poco tiempo. El laicismo que se dice es parte de la democracia mexicana está siendo pisoteado por los diputados priistas presididos por el Episcopado Mexicano. Ese laicismo y tolerancia quedó para los libros de texto, y eso si la maestra Elba Esther no lo quita de los de historia de quinto grado.
El tema -como en el del aborto- no es si es bueno o malo, si es inmoral, si está mal, si es pecado… El verdadero tema es si se puede legislar fuera de dogmas; si ese laicismo existe aún; y si México es lo suficientemente tolerable como para poder abordar un debate serio y con fundamentos sobre la cuestión de bodas y adopciones gay
México no puede hablar desde la fe en este tipo de temas, sino desde el pensamiento crítico, la tolerancia y el respeto si queremos ser una sociedad progresista que vea a futuro en materia de derechos humanos. Si no, comenzaremos a apedrear mujeres y hombres, y eso parecerá lo mejor en un país regido por el dogma y no por la razón.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Carta al Obispo de Veracruz

Estimado Sr. Luis Felipe Gallardo

Me parece desatinado el comentario que usted hace respecto a la aprobación de las bodas entre personas del mismo sexo. Y más al afirmar como un antropólogo, un sociólogo o cualquier especialista en la materia que esto va destruir a la sociedad mexicana. Más que desatinado algo inapropiado cuando en la sociedad mexicana se huele ya algo echado a perder y no es justamente la sociedad lo que ya apesta.

Existen demasiadas acciones para que una sociedad se torne en un caos como usted menciona, pero la unión de dos personas que como muchos ciudadanos pagan impuestos, trabajan y sirven a su país no creo que sea el motivo por el cual va estallar México.

Sin embargo, la democracia invalida y que generó el caos político y económico que vemos hoy en día sí puede traer graves consecuencias al entorno social de nuestro país. Y más si esta democracia- ya de por en terapia intensiva- es masacrada en uno de sus preceptos más fundamentales: el laicismo.

Cada persona tiene el derecho- y creo que la obligación- de expresar lo que piensa. Pero sus declaraciones a nombre de su puesto en la jerarquía católica sólo demuestra una falla en el sistema político mexicano y es que esa institución a la cual pertenece ya sobrepasó el límite que impone el laicismo para poder tener una democracia saludable.

La sociedad mexicana deberá de dejar ser buena devota para comenzar ser buena ciudadana. Deberá de dejar los rezos y misas en las iglesias y comenzar a diferenciar entre la fe y la política. Y es ahí donde ustedes no deben intervenir. Si se quisiera hacer una excelente demostración de por qué la Iglesia y sus prelados no deben interferir en asuntos públicos bastaría con demostrar que tan inadecuados y con poca información y sustento llevan a cabo sus opiniones.

Y para muestra un botón: Usted menciona que el se pondría en riesgo “el núcleo de la sociedad mexicana”. El propio Levi-Strauss desmitifica esto de la familia nuclear y expresa contundente que no existe un tipo de familia universal. ¿A quién deberíamos hacer más caso? ¿A este científico social o a un prelado racista y sin conocimiento alguno?

Además: El INEGI demostró en el año 2000 que 10% de las familias mexicanas son alternativas. Es decir que no se adecuan al modelo padre-madre-hijos(as) y que son familias compuestas por dos personas, abuelos y nietos, y muchas otras mezclas que ustedes están de acuerdo a discriminar basados en sus supuestos conocimientos antropológicos.

Así que le pido por favor que tenga cuidado y sea más sensato al dar opiniones de esta naturaleza, ya que dos personas con los mismos derechos que usted y que se quieran unir en matrimonio no ocasionaran un guerra, pero una sociedad interferida por el catolicismo para pensar hará de México un país de vasallos devotos. Y si de malformaciones de la sociedad se habla no dejemos de lado los abusos sexuales cometidos por prelados de la Iglesia Católica hacia menores de edad. Eso sí es una desgracia y algo impune para cualquier sociedad.

Carta a Mariana Gómez del Campo PAN DF

Estimada Diputada

Espero se encuentre bien y en compañía de su familia.

Sin más preámbulo le hago una pregunta expresa: ¿En qué le afecta a usted que dos personas del mismo sexo se unan en matrimonio? ¿En qué cree usted que que descomponga a la sociedad dos personas unidas en un contrato social? ¿Cuáles son las consecuencias de la aprobación de las bodas entre personas del mismo sexo? ¿Habrá guerras? ¿Disturbios violentos? ¿Amenazas y muertes?

Si es así señora diputada no se preocupe, que eso, con el Sr. Calderón ya los tenemos. Si es así entonces creo que debemos encerrar a tales objetos de discordia y violencia como lo son los homosexuales en campos de concentración e irlos eliminando al estilo nazi. Y esto no lo digo yo, sino usted señora.

Y no diga que sus intencione no son éstas: es claro que para usted sería mejor matar y desterrar a estas personas antes de admitir que tiene derechos, así como tienen obligaciones. ¿O es que a caso estas personas no pagan impuestos? ¿Estas personas no dan su salario para pagar el suyo? ¿Se ha puesto a pensar cuántos homosexuales aportan dinero para sus prestaciones? ¿El dinero para su comida y la de sus hijos? ¿La educación de sus los mismos? Señora diputada ¿representa usted a sólo unos cuantos o todo el DF?

Y es que sus fundamentos sin orden jurídico sólo llevan a una sóla conclusión: Que el reino de Dios se está viendo amenazado por políticas perresdistas. Sí señora usted conoce muy bien esta frase y es la acuñada por ultraderechistas de su partido con la firme convicción de establecer leyes conforme a fundamentalismos católicos.

Así que señora diputada, su hipócrita postura de defender a los capitalinos no tiene otra más que usted y su partido llevan una cruz pegada al pecho y su fe les dice que las leyes que deben regir México son aquellas que son moralmente buenas para ustedes. Sin embargo recordemos que su partido ya no tiene ninguna credibilidad y está demostrado en las elecciones intermedias pasadas. Así que les crea el diablo.

Usted como representante popular no está obligada a cumplir con sus preceptos morales, con el episcopado mexicano o con unos cuantos panistas, sino con una sociedad entera, con millones de capitalinos, entre los cuales los homosexuales forman una porción.